Entrevista Jacques Vandevelde sobre Digno García

La música y/o el arpa paraguaya tiene sus "adictos" en los lugares más insospechados. Un ejemplo concreto es el de Jacques Vandevelde, un arpista belga que conoció de cerca a Digno García, el gran compositor, arpista, guitarrista y constructor de arpas.

Cuando Jacques conoció a Digno, éste ya era un artista muy famoso y los medios de comunicacíon se le acercaban sin tregua. Había por cierto otros arpistas paraguayos viviendo en Bélgica en aquella época pero no se destacaban por sus composiciones ni lograban proyectarse de manera a impactar los medios de comunicacíon y al público. Otro hecho a destacar es que Digno hacía una acertada elección en el momento de escoger los cantantes que le acompañaban.

Jacques fué desde siempre un admirador de Digno y de la música paraguaya. Graduado en música y piano en el conservatorio, había ensayado piezas como Cascada y Madrecita con el arpa que se había construido copiando el modelo que estaba en la carátula de un disco LP de Digno. El arpa que luego enseñaría lleno de orgullo a Digno estaba armada con cordones en vez de cuerdas, pero sonaba ... .

El primer encuentro entre Jacques y Digno estuvo revisto por un malentendido. Ese día a principios de los '70, Digno estaba esperando la visita de un periodista para una entrevista; cuando Jacques llegó a su casa en Geraardsbergen (Flandes - Bélgica). Pensando que era el periodista y sin dar tiempo a presentaciones, Digno comenzó a bombardear Jacques con un montón de informaciones valiosas, concediendose pausa solamente, para de vez en cuando tañer el instrumento divino. También le enseñó su taller donde construyó sus arpas. Jacques quedó perplejo, porque por primera vez escuchaba el arpa sola, sin acompañamiento de guitarra y ejecutada, exclusivamente para el "joven reportero", de una manera sólida, clara, sin prisa, pero con una presición rítmica que caracterizaba el estilo de Digno que, muy al contrario de sus colegas quienes querían impresionar al público con un exceso de virtuosismo. El contraste entre el hombre famoso de elevada estatura y el pequeño instrumento que a él sólo emitía música como toda una orquesta impresionó enormemente a Jacques. En un momento dado, ya Digno más tranquilo, Jacques aprovechó la oportunidad de presentarse y rectificar la situación lo que creó un ambiente más relajado y humorístico. Jacques recuerda que en la sala había una foto colgada del presidente Stroessner entregando un galardón a Digno. A pesar de que nuestro músico era un personaje completamente a-político él se sentía , no en vano, como el Embajador de la Música Paraguaya y quería cumplir su misión, que el gobierno le había encargado, con una eficiencia abrumadora. Prueba de ésto es que su música y su nombre son hasta hoy día un fenómeno para buena parte de Europa. Se sintió afectado por ésta importante misión en una época cuando en Europa todavía había mucho que hacer con éste género de música. Pensamos, por ejemplo, en su participación en la Expo Universal del '58 de Bruselas. Los éxitos internacionales le obligaban a seguir efectuando giras en el extranjero y a hospedarse en hoteles donde a veces no se sentía a gusto por el sentimiento nostálgico hacia su familia que dejaba en Bélgica; su esposa Vera y sus niños Diego y Fabio. A veces le invadía una soledad que se veía recompensada cuando la casa se llenaba de admiradores y amigos. Entre ellos había también músicos que compartían la pasión por el estilo particular de Digno y que tenían esperanzas de develar algo de los secretos que aquél confiaba a su arpa.

Eran más o menos sels aficionados que pasaban por la casa García. A Digno le hacía mucho placer encontrarse con belgas interesados en la música paraguaya. A veces se encontraban por casualidad en la casa de la familia García y entonces aprovechaban la ocasión para tocar algo en conjunto. Así se generó una corriente de los belgas aficionados del arpa y de la música de Digno porque aparte de los temas clásicos como Colorado, Pájaro Campana, Palomita Mensajera, ... , él hacía hincapié en sus propias composiciones, las cuales había que tocar a su manera con la medida exacta, sin exceso de adornos ni virtuosismo sino con los elementos necesarios para la máxima expresión y elocuencia. De paso, también explicaba como modular la melodía de tonalidad mayor a menor secundando en éstos momentos a la guitarra, como acompañar el canto y muchos otros aspectos, que iban siendo abordados a medida que la tertulia entraba en calor. Hasta daba indicaciones para resolver problemitas prácticos como por ejemplo, ensayar evitando el exceso de ruido. Teniendo todavía niños pequeños, él tendía una faja de papel entre las cuerdas para así lograr que no se despertaran.

Los aficionados no venían a seguir "clases", porque Digno no les enseñaba de manera formal. El representaba más, el genio que ellos admiraban y que querían emular. En un ambiente de amistad él enseñaba de manera completamente desinteresada. Sólo esporádicamente éste movimiento de aficionados le proporcionaban un pequeño beneficio, cuando se presentaba la oportunidad de vender un arpa de su fabricación. Tuvieron la suerte de que Digno quería compartir como amigo y no sólo como genio, porque también se destacaba como un excelente anfitrión. De vez en cuando podían aprender algo, sí eran capaces de observar y escuchar bien en el momento, porque él enseñaba una sola vez algún pasaje y después su mente se desplazaba a los recuerdos, las anécdotas, como p.e. cuando tocó Cascada para el Rey Balduino o de la manera que se hizo amigo de Salvador Dalí.

Entre el grupito de aficionados ya pronto Jacques se reveló a Digno como una promesa para el arpa y el vínculo de la amistad perduró hasta que Digno murió en el año 1984. A veces Digno se indignaba cuando por algún tiempo Jacques dejaba de pasar por su casa lo que motivaba a Digno a llamar por teléfono a Jacques y culparle de deslealtad. Hasta un mes antes de su fallecimiento Jacques se había encontrado con su mentor que no dejaba ver ningún signo de enfermedad. Poco después sucumbía Digno a causa de un paro cardíaco.

Mientras tanto Jacques había comenzado se carrera profesional como músico y al mismo tiempo era propietario de una sala en el centro de Gante que le permitía la posibilidad de organizar exitosos actuaciones. En ésta época invitaba a Digno para que participara como invitado especial, homenajeando de ésta mariera al gran artista. Éste evento era bien anunciado y tantos eran los interesados en ver de cerca al destacado personaje que la sala quedaba pequeña.

Me parece oportuno concluir este artículo con un poema de Digno García que tan bien manifiesta sus sentimientos:

"Yo me siento triste al saberme lejos, lejos de tu cielo naimbojoyajhai Y solo me resta escribir un verso de tu homenaje, O mi Paraguay.

Ni la luna, ni estrellas en el firmamento, Ni lindos pesebres por aquí hay,

El inmenso frío suma a mi tormento sin tus Navidades, O mi Paraguay."

Peter Vandepitte

Arpa & Acordeón música de Paraguay : Dúo Arpa-Cordeón